
Desde muy pequeña sentía que mi propósito era acompañar a las personas en procesos de cambio las bases para mí eran la fuerza y autoestima.
A los 25 años monte mi primera empresa en el centro de Barcelona y me he dedicado a mi propósito desde el exterior (salón de belleza).
Formándome en diferentes herramientas para gestionar mi negocio, equipo y formaciones sin dejar de ser madre y esposa me considero una persona con experiencia en la vida, que convierte el dolor en amor.